[Fanfic] ° Old Moon ° cap 8

[[Es la primera vez que voi a hacer esto, y es por que mi hermana está insoportable. Divido el cap en dos partes, nee? Gomen! >.<>

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------------------------------------------------------------ CAP 8: Beginn (El principio) PARTE 1




No recordaba haber salído de la pieza de Kamenashi; ni siquiera recordaba el haberse despedído. Pero, cuando, por fin, volvió a ser conciente de lo que hacía, notó que estába llegando a su casa.

No había suficientes horas en un día para que pudiése asumir toda la realidad que las palabras de sus senpais requerían. No había suficientes días en un año para poder asimilar aquello... Con pesar, Yabu supo, que no viviría las suficientes vidas , incluso, para comenzar a creerlo.

De cualquier manera, había sabído aceptar todas las anomalías que Jin creába a su alrededor con mucha calma. ¿Por qué ésto era diferente? ¿Qué era lo que cambiába las cosas?

- Un ángel... - suspiró sentandose con aire vencído en su cama.
Su madre no estába, lo cual no era muy normal, pero, dio por sentádo que había ido a hacer compras. Su padre estába en el trabajo, eso no le sorprendía, pero... ¿Dónde rayos estában sus hermanos?... Que la casa estubiése sumída en un silencio tan sepulcral era un mal indicio... un pésimo presagio.
Escuchó el cortapasto del vecino y se tranquilisó. Estába sopesando la opción de que quizá estába perdiéndo la cordura.

Se recostó todavía muy cansado, y de nuevo permitió que los recuerdos llegaran a él, inspeccionándolos con mucho cuidado, intentándo ver el punto exacto en el que Jin había dejado de ser un sueño, para convertirse en pesadilla.

" No... una pesadilla no... Simplemente el sueño se volvió algo inestáble. Él no es malo. "
Torció la boca en gesto de amargura.
" Si lo fuése... no sentiría esta sensación ahora mismo, como... que me estoy perdiéndo parte de la historia. "
Cerró los ojos cansado, no había dormído lo suficiente en la casa de Kame, y ya no soportába el peso de sus parpados.


-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-. (sonidito de cuando uno sueña =P) -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-


Iba a mucha velocidad... y muy por ensima de su estatúra. No veía a sus pies rozar el piso, todo era una mancha borrosa.
No era capaz de sentir sus extremidades, ni de percibir los olores, aunque si podía oír, y también ver con claridad.
Entonces se dio cuenta. Estába volando... volába muy rápido y en línea recta.
Sin embargo, eso no era lo extraño, (N/A: Ah no? ._.) cuando hubo disminuído la velocidad, y por fin logró divisar mejor su entorno, tubo que pestañear varias veces.
Todo era demasiado bello. Usar la típica palabra "valle" hubiése sido un insulto a semejante creación.
Pues, sí, era un prado, muy verde por cierto; pero, era más que eso... los colores, y las figuras resaltaban a la simple ojeada. Absolutamente todo poseía brillo propio. Lograban incandecerte todos los colores que destellaban a los rayos de un sol verdaderamente brillante. El cielo parecía olear como el mar, y el cesped susurrába al minimo contacto con el aire.
Yabu pensó, que el creador de aquel Eden, seguramente, habría llorado de felicidad al terminar.

Se frenó completamente y descendió hábilmente. Cuando lo hizo, notó que había alguien a su lado, y era Jin. Sin dúda estába más vigoroso, se notaába a simple vista. Su piel no tenia desperfectos, su pelo no poseía rastros de tintura, mantenía su negro virgen, y lo tenía algo más largo. Y vestía de blanco... unas prendas modestas y sueltas, también notó que no llevába calzado. Yabu tampoco hubiése usado zapatillas, o ropa que lo abrigase en semejante entorno, es más, habría optádo por la desnudés. Sus ojos, mucho más claros que los que recrdába, en un color madera blanca.

- Ésto, Yabu...- díjo de repente sobresaltando al chico.- Es el lugar más infeliz sobre la tierra.- Y le sonrió con picardía.

-Ah?- como solía pasarle ecuando se tratába de Jin, ésa era, desde luego, la último que hubiése esperado escuchar.

Le sonrió, pero de manera pura, disfrutando de su desconcierto.

- No lo parece, cierto?
- La verdad es que no...

En ese momento se desplegaron sobre su espalda un par de alas blancas como el algodón.

- ¿Vamos? - y le extendi´una mano.

Yabu la tomó sin dudarlo ni un solo segundo... No podía evitarlo. Si eso era un sueño, que jamás terminase.
Lo elevó sobrepasando los árboles más altos, haciéndolo contemplar absolutamente todo.

- No quiero que te engañen tus ojos... este lugar no es lo que parece, por algo me fui.- no lo decía molesto, ni triste, lo hacía en tono sincero y despreocupado.
- Qué puede haber de malo?- preguntó dudando seriamente que en aquel lugar hubiése espacio para algo negativo.
- Mmm... las... restricciones.



Continúa PARTE 2